martes, 14 de diciembre de 2010

“La guerra del desierto 2.0”


Hace más de 130 años se lanzo una guerra interna en el país la lucha era por poder poner las ultimas tierras libres y dominadas por los hombres libres, bajo el control de la clase agroexportadora, elite, del país de los Sarmientos, los Roca y los Mitre.

Tal elite respondiendo al llamado de la colonización civilizadora y europeísta,

alistaron sus tropas, ellos sabían que esas tropas debían de ser bravas y capaces de sobrevivir a una vida de marginación y penurias, pero a la vez debía de carecer de una percepción crítica de los hechos que sucederían. Entonces al bravo y libre indio le impusieron al bravo y dominado gaucho (pueblo contra pueblo).

Pero bueno, eso es historia vieja y para resaltar algunos aspectos buenos de aquella historia, se puede decir que mucho gaucho vivo y de espíritu libre se dio cuenta de lo que pasaba y se le dio vuelta a esta elite, también que aunque pasaron más de 500 años de la conquista y más de 125 de la guerra del “desierto” el indio bravo y libre no ha podido ser diezmado, aunque se hayan cortado las cabezas de sus lideres y hayan sido puestas en vitrinas de los museos de las elites y en esos mismos museos hayan puesto a sus hijos vivos para la visita curiosa de los hijos instruidos de la oligarquía; casos que se reproducirían, por ejemplo, en el Museo de La Plata donde su creador Francisco Pascasio Moreno (mejor conocido como perito Moreno) exhibía y daba fama de su gran colección de cabezas o de cabecitas negras.

Volviendo al tema, hay que decir que la guerra contra el indio nunca ceso sino que muto durante años produciéndose así la famosa topadora contra las villas, también hay que decir que gran parte de la resistencia contra las diferentes dictaduras y gobiernos títeres

del país se encontraron en las villas y demás sectores marginados de la sociedad, pero a la vez también que esas topadoras eran manejados por marginados que servían o eran dominados por los altos funcionarios de estos gobiernos nefastos y faltos de democracia.

Nuevamente esta guerra ha mutado y hoy en día se lleva a cabo a través del comercio de la información. Una gran parte del pueblo encuentra que, aunque la voluntad del gobierno nacional abierto al dialogo y con predisposición a la recuperación de muchos de los derechos que fueron arrebatados a las clases bajas, hay un grupo del sector político opositor, capitalino y unitario con mandato directo de la clase agrogarca, monopólica y de fuertes intereses monetarios e individualistas que ven en riesgo estos intereses, salen a despotricar contra las clases trabajadoras, para esto sus herramientas más fuertes son los discursos xenofóbicos, la repetición de más de 200 veces de un hecho de violencia por el canal de periodismo “independiente” y la violencia represiva llevada a cabo por fuerzas policiales y parapoliciales

Entonces volvemos a la realidad del pueblo contra el pueblo.

Mientras un grupo de “vecinos” son incentivados con discursos desbordados de violencia contra los pueblos, otros “vecinos” armados y que no envidiarían en nada a los grupos parapoliciales de la Narco Colombia intentan sacar a balazos a los “ocupas” que en las ultimas horas se han convertidos en “okupas k” por el mismo poder político que se ha convertidos en abanderados del nacionalismo, tratando así de poder validar sus discursos xenofóbicos.

Mientras tanto el pueblo cansado de la resistencia a decidió salir a conquistar un derecho básico como la vivienda saliendo a enfrentar a estos “vecinos” y a esta clase política de políticas enanistas a favor de los intereses extranjeros y agrogarcas.

Sino me equivoco fue Sarmiento el que dijo que la sangre del gaucho y del indio solo sirve como fertilizante y también sino me equivoco es la flamante mujer de Macri la que usa “inmigrantes ilegales” para sus talleres textiles.